
Preparación A2 del ASE: Diagnóstico de la Transmisión

El sistema de la transmisión ha cambiado. Los solenoides, los sensores y las computadoras han reemplazado las líneas de vacío, los gobernadores y los cables para rebasar en las transmisiones automáticas modernas. Las herramientas también han cambiado: las herramientas de escaneo, los osciloscopios y los medidores han reemplazado los medidores de presión y vacío.
Incluso con los códigos y la información del flujo de datos, usted debe pensar como la transmisión para encontrar el diagnóstico correcto, que generalmente no implica reemplazar la transmisión completa.
Pensar como una transmisión significa entender qué información tiene la transmisión, cómo interpreta esa información y cómo utiliza la información para seleccionar el engranaje correcto de la transmisión. También debe comprender cómo la transmisión prioriza el rendimiento cuando está en riesgo de fallar.
Regla 1: La transmisión moderna está hambrienta de información.
En los modelos viejos, una vez que se jalaba el cable del acelerador, o se activaba un interruptor debajo del pedal del acelerador, la transmisión se activaba al siguiente cambio más bajo.
La transmisión moderna es mucho más compleja. Cuando el conductor presiona el acelerador, la señal se envía a los módulos de control del motor y la transmisión. Un módulo o software de control de la transmisión puede analizar 30 parámetros diferentes para determinar los ajustes del engranaje y del par del convertidor.
En la mayoría de los vehículos de reciente modelo, la transmisión utiliza uno de los ómnibus de datos en serie más rápidos o un ómnibus exclusivo que une al controlador del motor y quizás a otro controlador. Algunos vehículos usan un módulo para controlar el motor y la transmisión.
El módulo requiere información y la utiliza para realizar los mejores cambios posibles: cambios eficientes, suaves y que causan el menor daño posible a los componentes utilizados dentro de la transmisión.
El módulo de control utiliza información más allá de la carga calculada del motor, la posición del acelerador y las velocidades de entrada/salida de los ejes de la transmisión. Algunos módulos de control analizan el sensor de flujo de masa de aire (MAF) y la información de la temperatura del motor para determinar los puntos de cambio correctos y las presiones en línea.
Al procesar esta información adicional ayuda a la transmisión a detectar problemas adicionales, como el mal funcionamiento de los sensores de la posición del cigüeñal, alta temperatura del motor e incluso los filtros de aire obstruidos.
Si falta alguna de esta información o está fuera de los parámetros operativos, el módulo de control mostrará una bandera roja y establecerá un código de falla. Dependiendo de la discrepancia, el módulo de control podría llegar a la conclusión que el problema podría dañar la transmisión y, a su vez, podría reducir la potencia o pasar a un modo de seguridad como respuesta.
Regla 2: Las transmisiones están programadas para salvarse a sí mismas.
En lugar de dejar que una transmisión se destruya a sí misma debido a un mal funcionamiento de un componente, un controlador pondrá el motor y la transmisión en un modo de seguridad para salvar los componentes utilizados. Un modo de seguridad, o una reducción en la potencia son condiciones que un conductor no puede ignorar.
Los clientes notarán que la velocidad del vehículo es limitada o que su motor no puede acelerar más allá de un límite de rpm preestablecido. Internamente, la transmisión puede aumentar la presión de la línea y ajustar los puntos de cambio, con algunas transmisiones que se saltan los engranajes para evitar mayores daños al paquete de embragues.
Una multitud de condiciones causan que la transmisión entre en un modo de seguridad, que podrían incluir una falla de comunicación en un ómnibus de datos, un sensor que ha fallado o un cambio incorrecto. El código es solo el punto de partida, no un diagnóstico final. La mayoría de las transmisiones automáticas solo activarán el segundo cambio si detectan un problema.
Regla 3: Las transmisiones se adaptan al desgaste, un conductor no.
Una transmisión está programada para cambiar sin sentirse. Tener más cambios ayuda, pero cómo se controlan esos cambios hace la mayor diferencia. El objetivo es activar y desactivar los paquetes de embrague sin problemas, pero a medida que la transmisión se desgasta, la operación del acoplamiento puede cambiar.
La forma en que la transmisión determina un punto de cambio es similar a un sistema de emisiones de retroalimentación de circuito cerrado que utiliza ajustes de combustible a corto y largo plazo. Cuando una transmisión automática cambia de marcha, observa las velocidades de entrada y salida de la flechas para determinar la calidad de los cambios.
Al cambiar de marcha, la transmisión puede detectar una falla en las revoluciones del motor que no produce un cambio en la velocidad del vehículo. El módulo de control registrará esto como un mal cambio y reconocerá que los embragues se están deslizando con el programa de cambios actual. El módulo de control luego realizará ajustes en el tiempo del cambio o en la presión de la línea para eliminar la espera durante el cambio. Esto evitará daños y el patinado en el embrague del convertidor de la transmisión.
Si un embrague se agarra con demasiada fuerza, el módulo de control puede ver una caída repentina en las rpm con poco cambio en la velocidad del vehículo. El módulo de control cambiará la forma en que se activan los embragues. La mayoría de las transmisiones modernas establecerán códigos de falla si ya no pueden compensar o si hay un cambio repentino en el rendimiento del embrague.
Este mecanismo de adaptación también puede adaptarse a la condición del fluido de la transmisión. Si el fluido no es de la especificación correcta o se ha degradado hasta el punto de que está cambiando los niveles de fricción del embrague, la computadora se adaptará y cambiará el comportamiento de los cambios.
Pero esta función de adaptación solo puede enmascarar el problema durante un tiempo determinado, y puede crear otros problemas. Por ejemplo, si el módulo que controla la transmisión pierde la información de los cambios debido a que la batería se desconectó o el módulo se reemplazó, entonces la transmisión volverá a la configuración de fábrica que no incluye los ajustes para el desgaste del embrague. Por lo tanto, un reemplazo menor de la batería podría hacer que los clientes lo acusen de dañar su transmisión.
Existen algunos métodos para re-calibrar el módulo de control de transmisión. Puede conducir el automóvil o dejarlo correr con las ruedas fuera del piso (algunos sistemas de control de tracción/ABS no le permitirán hacerlo), o puede usar un escáner si el protocolo de calibración lo requiere.